miércoles, 10 de septiembre de 2014

NOVELA

EL DON

CAPÍTULO 7

SEÑALES

Marta se dispusó a abrir la caja, de repente grite:

-¡Alto, Marta, espera!

-¿Qué pasa?

-Que nos ha visto el cura y viene corriendo hacía aquí.

-Pues ya es tarde ya la he abierto y no te preocupes puedes mirar porque no hay nada. Del cura me encargo yo,  tú sigueme la corriente.

El cura llegó con cara de pocos amigos:

-¿Se puede saber que están haciendo?

Fue Marta la que contestó, yo la verdad no sabía que decir sobre todo después de ver la caja vacia, lo cual quiere decir que Mónica esta viva.

- Vera, somos policías y nos han dicho que alguien estaba robando cadaveres y hemos venido a investigar, como puede ver es cierto, ya ve que esta lápida está vacía.

-Pues sí, es verdad, pero que van a hacer desenterrar todos los muertos para saber quien falta.

-No,  los profanadores de tumbas solo roban los cuerpos de mujeres de 20 a 40 que han muerto en los últimos seis meses.

-Bueno ahora que sabemos que han robado esté ,lo cerramos y volvemos mañana para continuar la investigación porque ya va a ser de noche y no es la mejor hora para andar por aquí y por favor no diga nada a nadie de lo que ocurre,  ya sabe que la gente tiene mucho miedo de estas cosas.

-No se preocupen no diré nada, espero que encuentren pronto a los que no dejan descansar en paz a los muertos.

-Lo haremos se lo aseguró.

No me lo podía creer cuando nos fuimos como si nada, ya en el coche le dije:

-Oye y, ¿cómo sabías que no nos iba a pedir ninguna identificación?

-Porque no había cadaver en la caja con lo cual mi historia tenía parte de verdad.

-Bueno vamonos ya si no no llegaremos a tiempo a la cita.

Llegamos a Santiago a la una de la mañana, aún nos quedaba una hora, estabamos en mi piso, yo estaba nervioso por ver a Mónica:

-Oye,se que debería ir solo, pero te importa...

Me interrumpió:

- Si Ricardo, si me importa ya no te debo nada mi deuda contigo está saldada, solo iré si me cuentas de una vez porque me ayudaste hace 10 años.

-De acuerdo vale ponte cómoda, aún tenemos una hora. Veras hace 12 años yo trabajaba de albañil, me caí y estuve dos meses en coma. Al recuperarme el médico me dijo que nunca volvería a andar. No le hice caso y decidi que no me iba a rendir, el resultado es que si que volví a andar lo único que me queda de aquello es mi cojera en la pierna izquierda, lo cual no está mal teniendo en cuenta que no debería de poder andar.

Durante mi reabilitación me ayudó mucho una enfermera, Luisa, tu madre.

Marta  me miró sorprendida, yo seguí con la historia:

-El día en que me iba tu madre me dijo que todas las cosas malas que le pasan a alguien son siempre por un bien mayor, aúnque nunca lo vemos así, pero que ella tenía el don de saber cuál era ese bien mayor y que por eso trabajaba de enfermera para decirle a la gente con enfermedades graves cual era el mótivo real de lo que les pasaba y ayudarles a ver el lado bueno que toda desgracia lleva consigo. Lo único que había que saber era interpretar las señales y tu madre me dijo que ella tenía ese don y que mi desgracia me había pasado para ser millonario, solo tenía que ser capaz de ver los números de mi desgracia y jugar a ellos. Me dijo que los números eran el 13 porque me caí un día 13, el 7 y el 42 porque la ambulancia tardo 7 minutos y 42 segundos en llegar, el 20 porque fue el día que salí del coma y el 2 porque estuve en la segunda planta del hospital y el 37 porque mi habitación era la 237. No la creí y le dije que si sabía que iban a salir esos números qué por qué no jugaba ella y me contestó porque si jugaba otra persona que no fuera yo no saldrían. También me dijo que dependiendo de cada persona y desgracia el lado bueno sería distinto y no a todos les tocaba la loteria, pero en mi caso si.

Me dío un papel con los núneros y me dijo que si algún día jugaba que le devolviese el favor buscandote porque te habías ido de casa porque tu padre os pegaba a ti y a tu madre.

Me olvide de la historia hasta que un año después Mónica encontró en mi armario un papel arrugado medio viejo con los números 2-7-13-20-37 y 42, me preguntó que eran y no se lo dije, pero ese mismo día jugue a la loteria con esos números y me converti en millonario, le conté la historia a Mónica y luego le devolví el favor a tu madre buscandote. Y como en los dibujos eso es todo.

Marta no sabía que decir. Yo dije:

- Bueno, van a ser las dos, ¿vienes?

2:00 Alameda de Santiago de Compostela

- Tú espera aquí en el coche Marta, si no vuelvo en 15 minutos avisa a la policía, porque esto es muy raro.

- Vale.

Baje y fui  hacía la alameda, junto al estanque de los patos había una chica toda vestida de negro de espaldas, me acerque y le pregunté:

-¿Mónica eres tú?

-¿Será la chica de negro Mónica?

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