miércoles, 3 de septiembre de 2014

NOVELA

EL DON

CAPÍTULO 6

RESURRECCIÓN

. Debemos vivir la vida como si cada día fuera el último.

12 años antes  

Ricardo se encuentra trabajando de albañil en una obra de una casa, está arreglando el tejado. De repente resbala, se tambalea y se cae al suelo desde una altura de cinco metros. Sus compañeros lo ven en el suelo inmóvil, el jefe de la obra llama a una ambulancia, tarda 7 minutos y 42 segundos exactos en llegar.

En el hospital, dos mese después del accidente

El médico habla con Ricardo:

- Lo siento, pero creemos que problabemente usted nunca vuelva a caminar.

- Yo también lo siento, porque eso lo decidire yo y no usted.

En la actualidad 

11:00

No sabía que hacer, así que después de leer el mensaje llamé a Marta. Tardo una hora en llegar. Cuando llegó estaba muy enfadada:

- ¿Qué pasa quién se ha muerto ahora?

-Esta vez creo que es peor, puede que haya resucitado en vez de morir.

-No me jodas que el adivino ha resucitado.

-No él no, sientate y lee este mensaje.

Lo hizo y al acabar me miró fijamente a los ojos y dijo:

-Esta claro que está muerta, quieren secuestrarte sino porque te puso la cita a las 2 de la mañana, hay horas mejores creo yo.

-Ya lo sé, pero si es ella tengo que ir.

-¿Has pensado en mandarle otro mensaje cambiandole la hora o haciendo que te conteste a una pregunta que solo ella sepa?

- Si, pero la cita es hoy dentro de 15 horas, ¿y si no lo lee antes?

De repente sonó mi móvil.

-¿No lo coges?

-No es un amigo mío, director de un banco que lleva toda la mañana llamandome, no tengo ganas de hablar con nadie, ya le llamare yo cuando esto se aclare.

- A lo mejor es importante.

- Lo mío lo es más, ¿no te parece?

-Pues si, dejame adivinar me has llamado para que vaya contigo por si te secuestran. Sabes voy a decirte algo mi deuda contigo esta saldada, pero te ayudaré una última vez a cambio de que me cuentes de una vez por qué me ayudaste.

- Vale gracias, pero antes de ir a la cita tenemos que ir a otro lugar.

-No pensaras en llamar a la pasma.

-No,vamos a ir al cementerio.

Marta se quedo pálida al oír eso:

- Creo que se lo que piensas, conmigo no cuentes, eso sí que no.

- Escuha si vamos sin más nos arriesgamos a que me secuestren, pero si antes vamos al cementerio y abrimos el ataúd de Mónica, entonces sabemos si está muerta o no. Si hay cadaver llamamos a la poli y si no lo hay vamos a la cita.

-Muy inteligente y vas a abrir una lápida a plena luz del día, porque si esperamos a que se haga de noche no da tiempo de ir al cementerio, abrir la lápida e ir a la cita.

- Pues no, iriamos algo justos de tiempo, tenemos que ir A Coruña, desenterrarla y volver y el cementerio está algo lejos de la ciudad.

-Vale, pero cuando esto acabe me cuentas lo mío de una vez.

-Vale.

18:22-En el cementerio a las afueras de A Coruña

Aparcamos mí coche en la entrada, Marta no dijo nada en todo el trayecto. Nos bajamos:

-Pues tenías razón en lo del tiempo 4 horas nos ha llevado llegar.

- Ya y otras 4 para volver son las diez y una hora más o menos para abrir la tumba, son las 11. Bueno aún nos sobran tres horas. Venga abre el maletero y coge la palanca y la pala.

- Vale, tú ve mirando si está abierto o hay alguien.

Me acerque y si había alguien, una señora de unos 49 años, con un abrigo de visón delante de una de las lápidas. No me vió.

-¿Qué via libre?

- No hay una señora y mira si no será casualidad que está justo al lado de la sepultura de Mónica.

- Ya si lo que a ti no te pase, bueno al menos de momento la señora está viva, porque ya sabes que por donde tu vas.

- Muy gracioso. ¿Qué hacemos?

-Pues desenterrar a tu novia delante de la señora, que coño vamos a hacer,¡esperar a que se vaya no te fastidia!

- Vale no te pongas así.

-Me pongo como me dá la gana, desde hace unos meses gracias a ti me paso la vida llevando videntes muertos en una alfombra, metiendome en pantanos,enterrando muertos, encontrándolos y ahora profanando tumbas, no me digas como debo ponerme o te doy con la pala y te entierro en la lápida de tu novia. Creo que nunca debí dejar la prostitución , no sé porque coño te hice caso.

Esperamos y esperamos, hasta que se fue a las 20:03 y 19 segundos, lo sé porque no dejaba de mirar el reloj.

Miré a Marta y le dije:

- Si tarda un minuto más la mató y la descuartizo y reparto los restos con los perros.

-Tranquilo aún quedan seis horas.

Entramos en el cementerio, ayudé a Marta con la palanca para abrir la lápida, una vez abierta Marta sacó con la pala los restos de tierra, al acabar me dijó:

- Mejor abró yo la caja, si está no te va a gustar lo que vas a ver y como es tu novia, pues...

- Si gracias.

Marta se dispusó a abrir la caja, de repente grite:

-¡ Alto Marta, espera!
 

-¿Por qué le ha dicho Ricardo a Marta que esperase?

-¿Estará el cuerpo de Mónica en la caja?




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