jueves, 8 de enero de 2015

NOVELA

EL DON
CAPÍTULO 24
CHANTAJE

Ricardo salió del bar, eran las 15:10, faltaban 20 minutos para su cita. A las 11 de la mañana había recibido una llamada en su despacho, le dijeron que si quería saber donde estaba el chico desaparecido que estaba buscando se reuniera en un edificio abandonado al lado del Corte Inglés. La voz era de un hombre joven. Alli se dirigia Ricardo para ver si encontraba al hijo desaparecido de la señora que lo había contratado. Iba un poco con la mosca detrás de la oreja, pues el lugar era perfecto para una trampa, una casa en ruinas a medio caer llena de matorrales.
Ricardo llegó y con desconfianza se metió entre los matojos con cuidado y entró en la casa en ruinas. Nada más entrar sintió un fuerte golpe en la cabeza y se cayó al suelo sin sentido. 

DOS DÍAS ANTES
En el parque de la Alameda en Santiago. Marta y su amiga Ángeles sentadas en un banco:
- Vamos Ángeles porque titubeas, son tres millones de euros, ¿vas a tener perjuicios?
- Como puedes hablar asi. Sabes que, voy a ser buena contigo por nuestra amistad, no quiero los tres millones por matar a Mónica ni a nadie, pero quiero uno por mi silencio o te denuncio.
- No me esperaba esto, pero dame dos días para pensarlo.
- De acuerdo Marta, pero solo dos días. Hasta luego Marta.
Ángeles se fue y Marta se quedó llena de ira y de rabia.
- Seras hija de..., me encargare de ti y ya encontraré otra forma de librarme de Mónica.

DOS DÍAS DESPUES
Eran las 9 de la noche y Marta estaba en su piso esperando a Ricardo. Este llegó con una venda en la cabeza, en cuanto lo vio Marta preocupada se abrazo a el y le pregunto que le había pasado. Ricardo se lo conto y Marta lo llevo hasta la cama, le dijo que no se preocupara y que ella lo iba a hacer relajarse. Ricardo se hecho sobre la cama y Marta empezo a sacarle la ropa de cintura para arriba y a darle besitos por todo el pecho, especialmente en la zona de los pezones. Mientras hacía esto le decia con voz muy cariñosa:
- Ricardo tienes que tener más cuidado no puedo vivir sin ti. Tu eres el único que me dá paz y me ilumina, sin ti me dejaria llevar del todo por la oscuridad que hay dentro de mi.
- Vamos Marta, tu eres una santa, no hay oscuridad en ti, serías incapaz de hacer daño a una mosca.
- Te lo digo de verdad Ricardo, sin ti no soy nada y estaria totalmente perdida en el reino de las sombras y las tinieblas.
- Oh, vamos Marta, ni que hubieras matado a alguien. Eres un ángel caido del cielo, en ti solo hay luz y belleza, eres perfecta.
Mientras estaban en actitud cariñosa los dos ya completamente desnudos y metidos en faena, sobre la mesa de la cocina había un periódico que en la página de sucesos ponía:
UNA ENFERMERA HA MUERTO ESTA MADRUGADA AL SALIR DE SU TRABAJO ARROLLADA POR UN COCHE QUE SE HA DADO A LA FUGA.

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